Ven....

- Bésame…
Me quede en silencio
- Quiero que me beses
Entonces la bese
- Me gustan tus besos
Dijo ella, tal vez esperando alguna respuesta… yo, mantuve mi silencio
- En que piensas?
Pregunto
- En nada
Conteste un poco frustrado
- Tienes que pensar en algo
Insistió
- Pienso en que me siento incomodo cuando me preguntan que pienso
Conteste completamente frustrado
 
Ella sonrió, creo que ya estaba acostumbrada a mis respuestas, era una mujer maravillosa, que sabía dónde estaba y que estaba haciendo, yo por el contrario me sentía al borde de un precipicio, andando por una cornisa casi a punto de caer…
 
Era un poco tarde, su barco salía a primera hora de la mañana, seguro zarparía con o sin ella, pero su intención de abordar era irreversible, sabía que no se quedaría por nada de lo que yo le pudiera ofrecer, que en verdad era absolutamente nada.
 
Nuevamente me pidió un beso y yo me deje llevar, la observaba mientras ella asumía su propio camino hacia el placer, yo, solo un instrumento, cumplía con mi papel de forma sigilosa, admirando todas sus acciones, disfrutando de sus reacciones, era difícil entrar en su juego, simplemente observaba el paisaje de su cuerpo e intentaba interpretar el lenguaje que salía de su húmeda boca.
 
Una y otra vez su espíritu viajaba lejos, aunque con sus manos se aferraba de forma punzante, como queriéndome arrastrar a su delirante placer; disfrute ver cada gesto de su rostro, sentir cada movimiento de su cuerpo, escuchar cada sonido que salía por su boca, respirar el dulce vapor que emanaba de su piel, pero aun así, nunca pude estar ahí, con ella.
 
Sabía que pronto partiría, que nunca se quedaría, eso siempre fue claro, y a pesar de que por un minuto me ilusione con la posibilidad, que aunque fuera por obligación estaríamos juntos y de que yo sería capaz de dejarlo todo solo por un pedido de ella, eso nunca ocurriría, la verdad, ya estaba acostumbrado a terminar solo, pero igual, nunca dejaba de doler…
 
- Que sientes?
Me pregunto de forma insistente
- Nada
Dije algo nervioso
- Te gusto?
Añadió ella
- Si
Conteste por compromiso
 
Suspiro y me abrazo, su respiración se volvía cada vez más lenta a medida que se iba quedando dormida, yo no pude dormir; a la mañana siguiente se despertó y me pidió que la acompañara al muelle, yo, haciéndome el indiferente, le dije que no, se vistió y antes de partir me dio una última mirada, sonrió, dio media vuelta y se fue por la puerta sin voltear atrás, apenas salió, me levante y me quede observando por la ventana mientras su barco se alejaba por el horizonte.


nrg 2011